viernes, 30 de diciembre de 2011

Escapada a Santiago con la Mama

Este dia fue de los últimos del 2011, quería que mi madre, ya que hacia tanto tiempo que no nos venia a visitar, se llevara unos buenos recuerdos de estas vacaciones así que el viernes 30 de diciembre nos fuimos todos en coche rumbo a Santiago para una escapada y llevarla a nuestro hotel favorito, ver la catedral y una rica cena.

El hotel en el que siempre nos quedamos cuando vamos a Santiago es el NH Obradoiro, que como tenemos la tarjeta de puntos del NH acumulamos puntos y siempre nos ahorramos algo,  desde la  pagina web reserve dos habitaciones contiguas.



La verdad que de la cadena NH solo hemos estado en este hotel, pero supongo que al ser una cadena hotelera mas o menos mantienen el mismo nivel y siempre te aseguras un minimo en cuanto a lo que esperar, esto lo podemos comprobar al menos en las habitaciones que ya todas las habitaciones en que hemos estado siempre tienen el mismo estilo y ese dosel que la da un toque que nos encanta.

Tiene una recepcion muy amplia con unos sofas modernos que invitan a quedarse un buen rato aprovechando la media hora gratuita de internet que tan en la recepción.

Aqui nos puedes ver madre e hijo posando para la cámara de Loren.


Aqui los puedes ver...suegra y yerno...al Loren no hay forma de sacarle una foto decente...


Luego de subir a las habitaciones nos cambiamos para que mi madre diera un pase por Santiago, que viera la catedral por fuera y buscar un lugar donde cenar.

Ya se, ya se la foto fatal, muy obscura y movida, pero es que no nos llevamos las cámaras y solo teníamos el móvil y ya se sabe, los moviles muy modernos y todo, pero para fotos nocturnas no valen.


Al final para cenar fuimos buscando por la calle Franco hasta que encontramos un lugar que nos gusto el menú pues la idea no era cenar de plato, queríamos algo de tapeo para que mi madre probara diferentes platos, al final entramos en Casa Rosalia...todo un acierto.

Al entrar te encuentras con la barra y si quieres cenar te preguntan para cuentos y te hacen pasar al fondo que es donde tienen la parte del restaurante.




Es bastante sencillo y la parte del comedor no es muy grande pero es mas intimo y personal el trato.  Para nosotros la relación calidad/precio esta muy bien.

Después de cenar volvimos en taxi al hotel y a descansar que al otro día despedíamos el año en casa con la familia.

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